Esta práctica ancestral ayuda a los niños a conocer y dominar su cuerpo, además de ser un buen aliado en contra de grandes enemigos como la depresión, la ansiedad, la baja autoestima y el miedo .
Como adultos, experimentamos de manera cotidiana buenas dosis de estrés por los diversos roles que nos toca desempeñar, y actualmente, los niños tampoco escapan a esta sensación. Muchos pequeñitos se enfrentan cada día a situaciones que les provocan miedos, estrés, agresividad, cansancio, ansiedad y falta de concentración. Ante esto, una alternativa natural e integral es el yoga infantil, que además de fortalecer el aspecto emocional, acarrea una serie de beneficios físicos como la mejora de la postura y la flexibilidad.
El yoga es una disciplina hindú que asocia el trabajo corporal y mental, pues tiene como principal objetivo ayudar a equilibrar cuerpo y mente. En el yoga infantil el propósito es el mismo, y gracias a que los cuerpos de los niños son muy flexibles, y a que la infancia es una etapa de reconocimiento y exploración, resulta ser un ejercicio divertido y lúdico. Muchas de las posturas imitan a diferentes animales, elementos de la naturaleza, o tienen nombres sencillos, lo que encanta a los pequeñitos.
Beneficios del yoga para niños
A través del yoga, los niños canalizan su energía física, por lo que los que padecen hiperactividad son de los más beneficiados; además ayuda a combatir el estreñimiento pues masajea los órganos internos, estimula la circulación sanguínea y activa el metabolismo.
El yoga se puede practicar desde los cuatro años, y desde esa edad contribuye al perfeccionamiento de los sentidos, al desarrollo y destreza de los músculos motores, a la flexibilidad, al fortalecimiento de las articulaciones, a la mejoría en
los hábitos de la respiración y la postura, además de favorecer la agilidad, la
concentración y desde luego, la relajación.
Tómalo en cuenta
Sí te animas a que tus pequeños practiquen yoga, ten presentes estos consejos
que le ayudaran a sentirse más cómodo y sacar más provecho de la experiencia:
• Se recomienda que en una clase no haya más de 15 niños reunidos para que se sientan cómodos, relajados y reciban la atención necesaria, pues cada caso es único.
• Ten presente que el yoga es una actividad que mantiene las extremidades
en constante movimiento, por lo que los pequeños deben vestir ropa suave,
ligera y confortable, que les permita estirarse sin ningún problema.
• El yoga puede ser practicado a cualquier hora del día; por la tarde, contribuye a que pasen una noche relajada y de sueño profundo, mientras que por la mañana, les brinda energía y vitalidad para las diversas actividades.
• No olvides que para el yoga, como para cualquier otra actividad física, es importante evitar el consumo de alimentos sólidos dos horas antes de su práctica.
• Las clases para los niños son más breves que las de adultos, duran entre 30 minutos y una hora según el nivel, debido a que no tienen la misma concentración que nosotros y a que el correr del tiempo se percibe diferente desde su perspectiva.
• Como todas las disciplinas, se empieza por lo más elemental y se va incrementando el grado de dificultad a medida que el niño avance, el ritmo
depende de cada pequeño.
En suma, el yoga es una disciplina que ayudará a tus hijos a conocerse a sí mismos, al tiempo que favorece su salud física y emocional con una opción divertida y saludable.
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