Hay diversas situaciones en las que las flores pueden ser un buen acompañante o una bonita sorpresa: para San Valentín, para el día de la madre, para ornamentar una boda,… Y una forma fácil de obtener flores es haciéndolas con papel crepé ya que es un papel que es fácil de manipular.
Material necesario:
- Papel crepé del color deseado
- Regla y tijeras
- Pegamento o pistola de silicón
Pasos a seguir
1- Cortar varias tiras de tela de 6 cm de ancho y unos 30 cm de largo.
2- Doblar las tiras por la mitad, longitudinalmente. Ahora medirán 3 cm de ancho y 30 cm de largo, con uno de los laterales “redondeados” (doblados). La parte redondeada o doblada será la parte superior que veremos de la rosa.
3- Empezar con una tira. En una de las esquinas inferiores (la parte redondeada o doblada queda arriba) hacemos unas puntadas, como queramos, para que queden fijas y unidas. A partir de aquí, vamos enrollando la tira a su alrededor.
No lo enrollamos todo de golpe y después fijamos con el pegamento o silicón. No hay ninguna técnica en concreto y da igual si se nos ve mucho el pegamento, eso después quedará en el interior o la parte trasera de la rosa.
4- Cuando se acaba la tira con la que habíamos empezado, añadimos otra y procedemos igual. A medida que nos vamos alejando más del centro de la rosa, vamos enrollando de manera más holgada y le podemos dar un poco de vuelta a la tira para que quede menos uniforme y parezca más un pétalo.
5- Cuando consideremos que tiene el tamaño deseado, paramos de añadir tiras y vigilamos para que las últimas partes con pegamento no sean tan visibles.
Una vez preparadas las rosas las podemos pegar a centros esféricos de unicel (como es el caso del ejemplo), marcos de madera, lienzos, etc.
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