Estimulación del lenguaje infantil


Una de las preocupaciones primordiales de los padres con sus hijos y principalmente con el primogénito, es la velocidad o rapidez con que el niño comience a producir sus primeras palabras o entablar sus primeras conversaciones lógicas con los integrantes de la familia, y es que parece una competencia universal por demostrar que niño empieza a hablar primero, sin embargo, sabemos que cada niño y niña tienen ritmos de desarrollo distinto y mucho o todo depende de aspectos neurológicos como la estimulación del ambiente externo.


Estimular el lenguaje
Actualmente un elevado número de niños son diagnosticados de retraso y trastorno del lenguaje, se habla constantemente de la conveniencia de acudir al especialista ya que la detección y el tratamiento precoz son esenciales.
Del trabajo que realiza el especialista depende en gran medida la evolución del niño, sin embargo, el trabajo con los padres es una prioridad, informarles sobre como se estimula el lenguaje y sobre los objetivos de tratamiento de su hijo es parte fundamental del tratamiento.

Las siguientes pautas son generales, muy útiles para establecer un intercambio comunicativo positivo. Esta es la base para posteriormente trabajar en casa, guiados por el especialista, objetivos de tratamientos más complejos.
¿Cómo hablar al niño?

Adaptar nuestro lenguaje al niño:Hablar despacio sin modificar nuestra entonación, marcando los sonidos, sobre todo los sonidos que aún no se producen o pronuncian mal.Marcar todas las palabras dentro de la frase, sobre todo las palabras de función ya que la atención al lenguaje no es muy madura. ” la niña monta EN EL coche”
Tener en cuenta los objetivos que actualmente trabajamos y recalcar este tipo de producción al dirigirnos al niño. Esta será su línea base y ajustaremos los enunciados a los objetivos. Es importante ofrecer estructuras gramaticales ordenadas y bajas en complejidad puesto que inicialmente es más sencillo que aprendan estos modelos.
Hablar acerca de sus intereses y sobre lo que compartimos en el momento presente.
Favorecer los intercambios comunicativos:Establecer periodos de interacción solos o a través de una actividad rutinaria o un juego.Escuchar lo que nos quiera decir, mostrándonos pacientes y receptivos (evitar mostrar preocupación). Hay que darles tiempo para que expresen con tranquilidad y establecer contacto ocular poniéndonos a su altura.
Es importante no responder por él y dejar que se exprese con libertad.

Técnicas de estimulación

Son técnicas que empleamos para hacer correcciones indirectas ya que las correcciones directas son aversivas. Recordar que lo importante es que el niño atienda a nuestros modelos y que los repita, pero no hay que pedir que lo haga.

La expansión: el niño verbaliza y el adulto repite (asintiendo) el enunciado del niño, ampliándolo.
Niño: “Coche roto”
Adulto: “si el coche se ha roto”
Petición de aclaración: a través de una pregunta o comentario mostramos al niño que no le hemos entendido. ” no he entendido bien” qué?…o retomando sus palabras en forma de pregunta.
Niño: “oto aso”
Adulto: ¿”aso”?
Niño: “vaso”

Es importante usar esta técnica solo si sabemos que el niño puede esforzarse, repetirlo y corregir.

Corrección indirecta: el adulto devuelve al niño su emisión corregida
Niño: “oto aso”
Adulto: “claro, se ha roto el vaso”
Preguntas indirecta: se trata de preguntar para que el niño al responder dé la respuesta correcta corrigiendo.
Niño: “aso oto”
Adulto: “vaso oto o roto?”
Niño: “roto”
Pregunta directa: ¿qué es esto? Qué hace? Al realizar las preguntas directas es aconsejable no mostrarnos directivos sino interesados en que él nos diga algo que nosotros desconocemos.
Imitación: jugando a las marionetas o viendo un cuento. Le animamos a que nos ayude.
Adulto ” lobo ¡no me comas!” “ayúdame” “dile al lobo”
Niño “no me comas”
Adulto “lobo eres malo!”
Niño “eres malo!”

El adulto habla en voz alta sobre lo que está haciendo y ofrece al niño un modelo de lenguaje sencillo, sin pedir respuesta, únicamente capta su atención y le ofrece el modelo.
“la mesa se ha roto” “yo me voy a dormir” “estoy pintando una casa grande”
Habla paralela: cuándo el niño esté realizando una acción, el adulto habla sobre lo que este hace, acompaña las acciones del niño con verbalizaciones claras y sencillas
El niño está jugando con un muñeco y se ha caído: “¡este niño se ha caído y no puede levantarse!”

Papá o mamá se equivocan: hacemos algo mal, decimos una tontería o no encontramos algo. Es llamativo para los niños y de forma espontánea verbalizan.

Juegos

Disfrutamos del juego, sin pedir al niño explícitamente que nos hable, compartimos estos momentos y aplicamos las técnicas de estimulación aprendidas. Inicialmente es él quién dirige el juego, (nosotros mostramos interés por el juego que realiza, le seguimos) y vamos introduciendo nuestras ideas sin ser directivos, sugerimos. Es importante recordar que el mejor refuerzo (positivo) es el refuerzo natural, que proviene del intercambio comunicativo, una palabra amable, una sonrisa o asentir son refuerzos muy potentes.

Animarle a cambiar de juego para evitar la rutina.
Favorecer los juegos de rol basados en experiencias cotidianas con ayuda de materiales como marionetas, animales de peluche y otros.
Fomentar juegos de interacción; el adulto hace o dice algo y el niño responde con una acción o palabra.
Animarle a participar en juegos reglados.
Fomentar hacer dibujos juntos.
Realizar juegos de imitación.
Animarle a imaginar lo que pueden sentir los otros niños (muñecos).
Enseñarle a compartir.

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